La puerta de Tannhäuser


En la portada de nuestra página web, no podíamos dejar de hacer un guiño a unos de los moradores más preciados de La Siberia. La colonia de buitres leonados que habita en los roquedos de Puerto Peña.

La imagen de los buitres sobrevolando los imponentes riscos del Escorial, visible desde el km 166 de la Nacional 430 dirección Este, indica el carácter especial del lugar en el que nos vamos a adentrar. Es una imagen icónica que queda grabada en la memoria, como el arco a la entrada de Marbella en la Costa del Sol o el soberbio berrocal sobre el que se asienta la Ciudad Medieval de Trujillo. Puerto Peña no sería lo mismo sin ellos. Sobre todo para los que nos quedamos en la superficie de la carretera.


No es la colonia más importante de Extremadura en cuanto a número. Ésta se encuentra en el Salto del Gitano en Monfragüe, pero si es una de las dos más numerosas de Badajoz. Aunque más allá de los números y de su importancia para el equilibrio del ecosistema, y para los muladares de la zona, si lo es para una imagen definitoria, casi poética.

Otra ubicación, y sería como si no existieran para los humanos (aunque, quizás, ellos lo prefirieran), pero están justo en el sitio exacto, entre la presa en la carretera BAV-7114, y el viaducto Carneros en la N-430, para fascinación y asombro de los que entramos y salimos de La Siberia. Cuando atraviesas el viaducto, no puedes evitar reducir la velocidad al máximo y torcer el cuello hacia arriba, para contemplar (y envidiar), su majestuoso y sosegado vuelo, durante un fugaz, pero intenso, momento.

Se pueden contemplar desde los distintos miradores, desde puntos estratégicos más cercanos a la cumbre y también te los puedes encontrar dándose un homenaje en algún banquete.


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