Museo de la Miel
El pasado 7 de Diciembre se inauguró el Museo de la Miel en Fuenlabrada de los Montes. Pocas cosas puede haber más acertadas que inaugurar un Museo de la Miel en una localidad como Fuenlabrada de los Montes. La Apicultura a Fuenlabrada es lo que el fútbol a las playas de Brasil o el basket a los patios de Harlem. Por eso resulta extraño creer que un japonés pueda llevarse un balón de oro algún día o que la apicultura, no ya de otros países y continentes, si no de otros lugares de España esté por encima de la nuestra. Obviamente, calidad y entusiasmo tienen, pero sin marketing (ni Johnnie Walker en los despachos), no hay paraíso.
Si nos ceñimos al talento puro, a lo que te hace soñar, en el fútbol y en el basket todos sabemos donde buscarlo. En el caso de la Apicultura, con hechos como este, será cuestión de tiempo (y de seguir esforzándose) que se sepa, definitivamente, donde encontrarlo.
Un pueblo con un censo de 240.000 colmenas (el 10% del censo nacional), y un 90% de la población dedicada a una actividad que se remonta del Siglo XVIII, son argumentos suficientes como para confiar en su calidad. Solo hay que darle visibilidad, con paciencia pero con determinación. Y el Museo de la Miel puede ser un gran exponente.
De momento la apertura al público es puntual, en fechas señaladas. Y para uso didáctico a demanda poniéndose en contacto con el Ayuntamiento de Fuenlabrada de los Montes. La ubicación también fue todo un acierto. Situado en la loma de la Sierra de los Castrejones, junto al Mirador panorámico desde el que se puede disfrutar de unas vistas impresionantes del valle donde se asienta la localidad.
Si nos ceñimos al talento puro, a lo que te hace soñar, en el fútbol y en el basket todos sabemos donde buscarlo. En el caso de la Apicultura, con hechos como este, será cuestión de tiempo (y de seguir esforzándose) que se sepa, definitivamente, donde encontrarlo.
Un pueblo con un censo de 240.000 colmenas (el 10% del censo nacional), y un 90% de la población dedicada a una actividad que se remonta del Siglo XVIII, son argumentos suficientes como para confiar en su calidad. Solo hay que darle visibilidad, con paciencia pero con determinación. Y el Museo de la Miel puede ser un gran exponente.
De momento la apertura al público es puntual, en fechas señaladas. Y para uso didáctico a demanda poniéndose en contacto con el Ayuntamiento de Fuenlabrada de los Montes. La ubicación también fue todo un acierto. Situado en la loma de la Sierra de los Castrejones, junto al Mirador panorámico desde el que se puede disfrutar de unas vistas impresionantes del valle donde se asienta la localidad.
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