MIEL. Verdades y Mitos


La miel cosechada de forma artesanal y envasada sin ningún tratamiento, conservando la esencia que las abejas recogen de la naturaleza, es miel cruda. La miel en estado puro. Directa del panal a los botes. Sin pasteurizar y sin colorantes, aditivos, ni compuestos aromáticos.

Solo así, se mantienen intactos todos sus componentes antioxidantes, vitamínicos y enzimáticos que son los que hacen que la miel sea miel. Son los que definen la miel como tal. Si se alteran, modifican y/o destruyen, la miel ya no será miel, y pasará a ser una simple sustancia, viscosa y dulzona.

Si escribes en la barra del Google - Propiedades beneficiosas de la miel – aparecerán decenas o cientos de páginas que te enumerarán las bondades de dicho alimento. Y entre ellas, algunas, que tratarán de desenmascarar, cuan superhéroes de serie B, no se que mentiras, sin fundamentos.

Falsos mitos los hay. La miel no tiene la facultado de curar el catarro por sí misma. No puedes tomar una cucharada y esperar, cruzado de brazos, a que el catarro desaparezca. Ni aplicarla en una herida y esperar a que se difumine con la magia de un cuento visual de Guillermo del Toro.

La miel, no cura las heridas ni el catarro. Ayuda a curarlos, siempre y cuando se trate de miel. Esta es la primera premisa que hay que tener clara, a la hora de entrar en un debate sobre sus propiedades.  Puedes tener una réplica de Iphone importado de China muy lograda pero no puedes pretender que sea un Iphone, ni que se comporte como un Iphone.

Es un buen ejemplo para explicar la diferencia entre lo auténtico y la que no lo es. No obstante, en el caso del Iphone, podría tener sentido adquirir una réplica. Pues, al fin y al cabo, sin tener las propiedades de un Iphone, sí podría tratarse de un bonito, funcional y barato smartphone. Pero en el caso de la miel, la réplica no tiene mucho sentido porque, además de una diferencia de precio exigua, no tiene ninguna propiedad, más allá de la de un edulcorante.

La miel pasteurizada y/o tratada químicamente, es un producto que no tiene por qué ser malo, si pasa todos los controles sanitarios. Pero de miel solo tendrá el nombre.

España es la principal exportadora de miel cruda a  países de la UE, como Francia, Bélgica, Alemania y Austria donde existe toda una cultura entorno a la miel. Inversiones en I+D, revistas y magazines especializados, ensayos gastronómicos etc.. Y esto es, porque no especulan con la calidad de los productos básicos.

De los 30 millones de toneladas que se producen al año en España, unos 20 millones ( el 66%) se destinan a la exportación. Sin embargo nosotros somos los principales importadores de mieles de Asia.

Para superar tal incongruencia, lograr que los números se inviertan y que en España exista una cultura de la miel, el consumidor debe estar concienciado y bien informado. Para ello es necesario que los actores de la cadena agroalimentaria y las instituciones pertinentes, trabajen para ello. Después, el consumidor final será libre para elegir el producto, con las características y precio, que estime oportuno. 


Tipos de Miel y sus Propiedades



Comentarios

  1. Muchas gracias por vuestra aportación de racionalidad y verdad en esta entrada, cierto es que como consumidores hemos comprado productos que en su etiqueta incluía la palabra "miel" conteniendo el bote diferentes productos azucarados, y un bajo porcentaje de miel, que muy probablemente hubiera sufrido un tratamiento químico o térmico, variando sus propiedades, como muy bien habéis indicado. Una pena que la legislación sea tan lenta algunas veces regulando, por ejemplo, el contenido de las etiquetas.

    Llevo muchos años consumiendo con frecuencia "miel" y he de reconocer que hasta hace muy poco tiempo, no he conocido el sabor de la verdadera miel, y ciertamente ha sido a través de vuestro producto, a raíz de conocer vuestra existencia por voces conocidas que os recomendaron.

    ¿Como lo descubrí? Recomiendo a todo aquel que esté interesado en hacer la prueba, que coja una pequeña (pero pequeña) cantidad de miel, miel, (puede comprar un bote pequeño a cualquier productor, incluso aquí en vuestra tienda online) y lo saboree sin prisas, paseando el producto por el interior de la boca, y sobre todo, que recorra toda la superficie de la lengua, tratando de percibir hasta el más último aroma -muchos de ellos conocidos para aquellos amantes de la naturaleza que visitamos con frecuencia los campos de nuestros país- llegando incluso a identificar un leve reflejo a la cera que con tanta precisión fijan las abejas en el panal.

    Después, a ser posible después de unos minutos y haber liberado a la boca del sabor anterior, que utilice la misma cantidad de "miel" de cualquiera de las marcas comerciales (más o menos conocida) que pueda encontrar en un supermercado, y repita la misma operación, con la misma parsimonia y atención. ¿?.

    Creo que después de esa sencilla experiencia, y de hacer un breve cálculo dividiendo la diferencia en euros del precio de la miel, miel y la "miel" entre los días que tarda en consumir el bote entero (tuve que utilizar calculadora porque había olvidado dividir con tantos decimales) probablemente a la mayoría le ocurra como a mí, que a partir de ese momento no tenga ninguna duda en consumir MIEL, MIEL.

    Muchas gracias a todos los apicultores españoles que trabajáis duro en nuestros campos para recolectar y poner en nuestras mesas miel, miel.

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  2. Hola Ferchu. Tu comentario sería una entrada en sí misma que yo titularía: El Sabor de lo Auténtico. Gracias

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