El Amanecer de La Siberia
Lo más
interesante de La Siberia Extremeña es visitarla, con plan o sin plan. A lo
largo del blog hemos hablado de algunos de los muchos atractivos que tiene esta
Comarca. Unos más conocidos, más a la vista y más accesibles que otros. Hablamos de un territorio agreste de cierta hostilidad y no de un
parque temático.
Aunque tenemos un punto de
Nebraska y algo de Texas, perderse con el coche o con los zapatos, siempre será
un gran plan. Con cualquiera de los dos medios, no hay peligro. No estamos
rodeados por frías, infinitas e inhóspitas cadenas montañosas. Ni por oscuros,
profundos e inquietantes valles, ni por desérticos, extenuantes y peligrosos
caminos. Por lo que no nos vamos a encontrar con una familia de carniceros chiflados, ni vamos a sufrir el ataque repentino de osos o felinos, ni nos
vamos a desorientar hasta el punto de movilizar a protección civil.
Solo con llevar el móvil, ropa
cómoda y algunos víveres, podemos pasar una jornada inolvidable en plena
naturaleza a solas con nosotros mismos, buscando, conociendo, descubriendo,
imaginando..
Ya le dedicamos una entrada a
la Ciudad Antigua de Lacimurga, clave para el futuro
inmediato de La Siberia, desde un punto de vista Arqueológico, Cultural y Turístico. Pero antes que por romanos, celtas, árabes, señores feudales, exploradores, emprendedores varios, hippies, rockeros y millennials, esta tierra estuvo habitada
por aquellos que gozaron del privilegio de descubrir lo humano. Las emociones, la risa, el
llanto, el dolor, el placer, el amor y el sexo con amor, algo infravalorado hoy
día, lo cual nos recuerda que seguimos siendo básicos y primitivos como al
principio, por si algún incauto, aún se cree descendiente de alguna estirpe envuelta en un aura de divinidad.
Existen algunos vestigios de los
primeros pobladores de La Siberia Extremeña que hoy podemos contemplar. Otros
seguirán ocultos, esperando a que alguien los descubra. Como fue el caso de Miguel
Urbina, una especie de Indiana Jones autóctono, muy vinculado al turismo en
Extremadura, que tuvo el honor (y la pericia) de descubrir las Pinturas
Rupestres de La Cueva en Fuenlabrada de los Montes, tal y como describe en
su blog de Rutas por Extremadura.
Te proponemos tres localizaciones
arqueológicas, con su maravilloso contexto geográfico, para que eches el día
desde Casa Rural El Portezuelo: En
Fuenlabrada de los Montes, Valdecaballeros y Puebla de Alcocer.
Nuestros antecesores también
sabían cuales eran los puntos fuertes de esta zona: agua, pesca, caza y
bosques repletos de frutos que hacían de La Siberia un lugar idóneo donde
vivir. En un periodo frío, estos cazadores y recolectores nómadas montaban sus
campamentos en los numerosos abrigos rocosos. Dos de ellos se encuentran a 10
minutos del Portezuelo. En el Collado y en la Cueva, como hemos comentado
anteriormente, en Fuenlabrada de los Montes.
En ellos se encuentran pinturas
representativas del Arte Esquemático Rupestre del Calcolítico: Aleaciones,
puntos, barras y signos abstractos. Es una pena que gran parte de ellos se
encuentren lavados por la lluvia, porque de lo contrarío podríamos estar ante
uno de los máximos exponentes de la pintura rupestre esquemática de
Extremadura.
A unos 30 kms, entre Valdecaballeros y Castilblanco, recalamos en el Neolítico con uno de los monumentos megalíticos más importantes de la Región. El dolmen o Tholos en el Cerro de la Barca. Un edificio de caracter funerario, con una estructura circular, con un corredor de acceso techado por una cubierta, posiblemente, de pizarra, recubierta por túmulos de tierra, bien conservado.
Como dije, junto con la Ciudad Antigua de Lacimurga (a medio camino entre Puebla de Alcocer y Navalvillar de pela), estamos ante espacios, enclavados en parajes de gran belleza a muy poca distancia unos de otros,
visitables en el día. Austeros y mágicos.
Pinturas Rupestres de la Cueva y Collado Ruíz. Fuenlabrada de los Montes
Tholos del cerro de la Barca. Valdecaballeros
Ciudad Antigua de Lacimurga. Puebla de Alcocer
Ver la Ruta en Google Maps
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